Moisés Morán Vega es un alumno
aplicado. Sabe que el escritor no nace y crece como una planta cualquiera.
Porque el aspirante a escritor tiene una sensibilidad especial pero, para
desarrollarse, ha de estudiar cada día, y ello supone leer y releer, conocer la
literatura clásica y estar informado de las tendencias de la literatura
contemporánea, y sobre todo tener la paciencia de escribir y reescribir sus
textos, revisarlos sin piedad, reelaborarlos una y otra vez. Moisés es doctor
en Educación Física y Máster en Gestión Deportiva, ahora funcionario de la
comunidad autónoma nada menos que en Hacienda, pero su vocación literaria era
evidente desde que se interesó tempranamente por la poesía y los relatos. De lo
que ha publicado hasta ahora me interesaron sobre todo La
Sima, ganador del I Premio de Narrativa Breve Episodios Insulares, y Ali Romero. La historia de un corsario
berberisco. Escribe asiduamente en su blog elpatiodeloscangrejos.com, domina –qué envidia– las posibilidades
técnicas de internet y es un eficaz miembro de la Nueva Asociación Canaria para
la Edición, ideada por Aquiles García, ese proyecto importante que con libros
como este ya está mejorando.
Lo primero que habría que
decir es que Chat es un texto muy
serio. En estos momentos la novela negra tiene un desarrollo considerable entre
nosotros, se trata de un género que indaga en los claroscuros de la sociedad, está
influenciado por el cine y la televisión, recoge el ritmo rápido del thriller,
permite hacer crítica social y es esencialmente urbana. La novela negra se
nutrió en el submundo de las grandes ciudades después de la depresión
norteamericana de 1929, centraba el foco en lo peor de cada día y lo cierto es
que la crónica de sucesos de Canarias en estos años también es muy jugosa,
proporciona abundante sugerencias, hay muchos materiales en las páginas de los
periódicos, desde el tráfico de drogas a la muerte en pateras, al masivo caso
Kárate de abusos sexuales, la desaparición de Yéremi Vargas y Sara Morales, la
violencia de pandillas juveniles capaces de matar a las puertas de una
discoteca, sin olvidar la violencia doméstica, y sucesos perversos como el
crimen del contenedor y sus secuelas, así como oscuras venganzas que dejan
muertos misteriosos, sumarios judiciales que a veces se van directamente al
limbo porque tenemos una justicia lenta, tortuosa, una justicia para ricos y
una justicia para pobres, tan diferenciadas. Ya en los años 80 Jaime Rubio
Rosales escribió Misterio en Ripoche
Street, discípulo aventajado de Agatha Christie, y yo mismo, en el 88, di a
la luz Los días del Paraíso,
editorial Orígenes de Madrid, una novela que indagaba en venganzas, luchas de
poder y ajustes de cuentas en el sur turístico, que daban lugar a crímenes en
los que poco se llegaba a dilucidar.
La sociedad solidaria de los
años 60 y 70 se ha transformado en una sociedad neocapitalista competitiva,
agresiva y violenta. La violencia circula libremente por las grandes, las
medianas y hasta las pequeñas ciudades, todos tenemos un sano instinto de
supervivencia pero a veces los humanos disfrutan ejerciendo violencia innecesaria, y además la violencia
es un buen negocio, de ahí que España sea uno de los más importantes
exportadores de barcos de guerra y de armas, a los países árabes, a Venezuela,
etc. El ser humano lucha siempre entre el bien y el mal, y en cada uno de
nosotros pueden anidar impulsos de aniquilación que salen a flote de un modo
imprevisto. Claro que también hay personajes tan enfermos como el protagonista
de Chat, estupenda novela de
misterio, bien engarzada, que te atrapa y no tienes otro remedio que avanzar
página tras página hasta llegar a su final. Moisés cumple los rituales del
género: planteamiento, nudo y desenlace, y lo hace con soltura tras manejar una
importante documentación acerca de las prácticas policiales, incluso de las
divergencias policiales y la no siempre fácil coordinación de los distintos
cuerpos, así como las circunstancias en que la nueva generación se mueve en
internet, muchas veces participando en chats peligrosos, ya que la suplantación
de identidad está a la orden del día y además la perversidad humana no tiene
límites. Internet y los aviones son, a mi modo de ver, los grandes inventos del
siglo XX pero ambos son de cuidado. Sobre todo porque, si bien internet es la
gran enciclopedia de hoy, existe mucha gente dispuesta a suplantar, a
confundir, a acosar a víctimas inocentes. En este sentido la novela Chat es muy ejemplificadora, y merece no
solo una buena crítica sino, sobre todo, una buena difusión, que los lectores
la hagan suya. Está construida con un ritmo adecuado, secuencias bien desarrolladas,
personajes definidos y diálogos exactos, quizá algo reiterativos en ocasiones,
pero esclarecedores, capaces de conducir la acción al punto exacto en que el
autor la desea llevar.
Como es de rigor, hay una
paciente investigación que tropieza con múltiples dificultades, el asesino en
serie es un ser despiadado y cruel, atrapado en su infancia y su adolescencia
infeliz, pero también –como exigen los cánones– muy imaginativo, capaz de
plantear grandes dificultades a quienes intervienen en los sucesivos casos, esos
mujeres y hombres que han de hallar rápidas respuestas para evitar que la
muerte siga creciendo. Traza el autor con diligencia la trama, el estilo es
directo pero no por ello deja de detenerse en los detalles que intervienen en
la acción, los explica con suficiencia. Como decía, hay un trabajo de documentación,
existe un recorrido cuidadoso, un hilo narrativo coherente y cuando el lector
llega al punto final tiene la impresión de que le han desmenuzado los acontecimientos,
que le han ofrecido una explicación, que
los personajes han mostrado sus luces y sus sombras. En definitiva:
recomendable.
Muy buen artículo, amigo. De Chat, no puedo opinar.
ResponderEliminarAyer se presentó en el Museo Domingo Rivero la nueva novela negra de Moises Morán., CHAT. Con una crítica magnifica de León Barreto
ResponderEliminarModeró y presentó el acto Aquiles García quien estuvo muy agudo en sus intervenciones.
El autor también estuvo tierno en algunos momentos y en otros humorístico.
Leyó unos fragmentos de CHAT Bruno Rodríguez Un acto cordial y un libro que recomiendo.
blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
Reseña interesántisima que tuvimos el placer de disfrutar la noche pasada en la Casa Museo Poeta Domingo Rivero, durante la presentación de "Chat" la última y espléndida entrega literaria de Moisés Morán Vega, con la que se situa difinitivamente entre la élite de autores canarios actuales que cultivan el género negro.
ResponderEliminarMe uno a las recomendaciones no sólo del libro Chat sino de la persona del autor. Ayer fue un día inolvidable no sólo por el evento cultural, sino porque fue como una fiesta entre amigos.
ResponderEliminarUn comentario certero y preciso el tuyo, Luis.
Asistí a la presentación. Para mí resultó algo larga. Muy profesional y en la elevada categoría a la que se encuentra, don Luis León Barreto, con unas intervenciones ajustadísimas, ciñéndose en todo momento a la cuestión, lo que invita a la lectura de ese CHAT de Moisés. Lo leeré antes de opinar. Aquiles en su papel NACEdor con unos toques de irónico humor. Desatado, Bruno, encantador en sus comentarios y dando una lección en sus lecturas. Aún me quedan alabanzas para Moisés, que me reservo para cuando finalice su novela (con una estructura visual discreta y agradable). Magnífico el silencio de León Barreto acerca de su última novela bajo el brazo, recién salida del horno, pero vi iluminarse su rostro al mirarla mientras la guardaba. Éxito te deseo Moisés con tu obra y también a la novela de León Barreto, cuyo título no logré distinguir con claridad (me pareció ver algo así como "Indiano"). Gracias a todos los participantes. Gracias, Moisés. Adolfo García.
ResponderEliminarLa presentación de ayer de la novela Chat, de Moisés Morán, estuvo muy interesante.
ResponderEliminarLuis, estuvieron muy acertadas tus palabras dirigidas hacia el autor, así como, también supiste mantener la atención de los allí presentes al describir la novela, eso solo lo puede hacer un experto conocedor que usa muy bien el lenguaje y sabe trasmitir.
Aquiles, muy en su papel y cada vez lo veo más afianzado.
La intervención de Bruno, estupenda, como es habitual en él y le caracteriza, con su buen humor.
Bajo mi punto de vista estuvo muy concurrida, amena y entretenida.
A todos, tanto a los que presentaron la novela, como los que asistieron, a todos, les quiero dar mis más sinceras gracias.
Un abrazo, Luis y otro para Rosario, a los dos les tengo muy buena estima.
Yo tengo poco que decir, solo GRACIAS.
ResponderEliminarEl amigo Moisés Morán ha escrito un buen libro, se trata solo del comienzo ya que va a tener cuerda para rato. Así que me felicito y lo felicito, el Domingo Rivero es un espacio acogedor y las cosas se están haciendo bien.
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