J.M.
Balbuena Castellano
El
diario alemán Die Welt (El Mundo) decía hace unos días que “la corrupción en
España es comparable a una dictadura del tercer mundo”. Agregaba que parte de la
crisis de nuestro país se debe a la
corrupción política existente. No es nada nuevo para nosotros. En la misma
cesta introduce a todos los países del sur de Europa: Italia, Grecia, Chipre,
aunque se olvida de Portugal, considerada hoy en día como una de las naciones más pobres de la Comunidad Europea ,
con grandes niveles de desempleo, corruptelas, sueldos muy bajos y hambre en
ciertos sectores de su población.
El
diario alemán, tan sensacionalista como su homónimo español, y no dispuesto a
rectificar, (como éste), cuando se
equivoca, destaca que en los mencionados países mediterráneos se observa un
”marcado tono anti-alemán, y anti-Merkel” en las manifestaciones callejeras,
bien cuando se produce un rescate, o por cualquier otro motivo relacionado con la
crisis. Subraya que las protestas del Sur de Europa le parecen “indecentes”. A
mi lo qe me parece indecente es la estrategia desarrollado por nuestro gobierno
para acabar con la crisis y el desempleo.
Según
Die Welt se ha tomado a los alemanes
como “chivo expiatorio” de los problemas españoles, cuando en realidad el
enemigo lo tienen en su propia casa, en la que abundan “los políticos sin
decencia”, la irresponsabilidad, y el
despilfarro y donde se producen casi a diario actuaciones
gubernamentales,en diferentes órganos de la Administración , e
incluso empresariales, que son consideradas antisociales y que atentan contra
los servicios públicos fundamentales, la estabilidad en el empleo, las
garantías jurídicas para los inversionistas y el propio estado de derecho.
Al
margen de la crisis globalizada que afecta a casi todos los países del mundo,
que tienen diversas causas como las burbujas inmobiliarias, la avaricia de las entidades financieras, o la ambición
de muchas multinacionales sin otro objetivo que obtener ganancias al coste que
sea y sin la más mínima consideración a las personas y al medio ambiente, el
periódico germano asegura que parte de esta situación en España y países de
iguales comportamientos, se debe especialmente a la falta de cultura política
de la población de estas naciones y a la inmadurez de la mayoría de los
políticos españoles en cuestiones democráticas..
En
los medios de difusión de los países europeos considerados “como serios y
responsables” surgen cada vez con más frecuencia todos esos “affaires” que son titulares de la
prensa española, como los casos Bárcenas, Gürtel, Matute, Pons, Fabra, los ERES
andaluces, la evasión fiscal, la
economía sumergida, la falta de una política migratoria más controlada, el blanqueo de dinero o la financiación ilegal de partidos.
Tampoco
entienden que algún miembro de la Fiscalía Anticorrupción
obstaculice la investigación de la financiación ilegal del PP, (o de cualquier
otro partido) en lugar de denunciarlo. La imperfección de nuestro sistema
jurídico (las encuestan señalan que la Justicia española no funciona, o lo hace tarde)
también facilita que muchas actuaciones políticas equivocadas queden sin
castigo y en la impunidad, lo que induce
a los corruptos a dictar leyes
que los amparen, o les permitan la continuidad de sus actividades.
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