Hace años entrevisté a Carmen
Posadas en una multitudinaria velada literaria en el Hotel Santa
Catalina, entre otras personas distinguidas Antonio Bethencourt Massieu estaba
allí. En la cena posterior, puesta a hacer confidencias, la escritora uruguaya me
dijo lo siguiente: “Uno de los errores más frecuentes que se pueden cometer es
apoyar a un joven escritor que empieza. No te lo perdonará en la vida”.
Obcecado que soy, organicé docenas de presentaciones de libros y de
exposiciones de arte, traté de ayudar a unos y otros, ante la falta de voluntad
de algunos especialistas hice de crítico literario y de arte. Efectivamente,
las nuevas generaciones necesitan matar a sus padres, la vieja guardia de
dinosaurios, para que puedan crecer. Eso está muy estudiado. No quieren
convivir ni compartir, necesitan excluir. Muy bien. En la mesa redonda de la Casa
Museo Pérez Galdós quedó todo en evidencia: las miradas torvas, la claque
dispuesta. Como decía Ciro Alegría, el mundo es ancho y ajeno. Con
su pan se lo coma cada cual, porque dentro de cincuenta años todos calvos. El
tiempo, verdugo inflexible, borrará a unos, conservará a otros. Pero ni unos ni
otros podrán verlo. sábado, 8 de junio de 2013
Una sesión sobre Galdós: Si apoyas a un joven escritor que empieza, no te lo perdonará en la vida (Carmen Posadas dixit)
Hace años entrevisté a Carmen
Posadas en una multitudinaria velada literaria en el Hotel Santa
Catalina, entre otras personas distinguidas Antonio Bethencourt Massieu estaba
allí. En la cena posterior, puesta a hacer confidencias, la escritora uruguaya me
dijo lo siguiente: “Uno de los errores más frecuentes que se pueden cometer es
apoyar a un joven escritor que empieza. No te lo perdonará en la vida”.
Obcecado que soy, organicé docenas de presentaciones de libros y de
exposiciones de arte, traté de ayudar a unos y otros, ante la falta de voluntad
de algunos especialistas hice de crítico literario y de arte. Efectivamente,
las nuevas generaciones necesitan matar a sus padres, la vieja guardia de
dinosaurios, para que puedan crecer. Eso está muy estudiado. No quieren
convivir ni compartir, necesitan excluir. Muy bien. En la mesa redonda de la Casa
Museo Pérez Galdós quedó todo en evidencia: las miradas torvas, la claque
dispuesta. Como decía Ciro Alegría, el mundo es ancho y ajeno. Con
su pan se lo coma cada cual, porque dentro de cincuenta años todos calvos. El
tiempo, verdugo inflexible, borrará a unos, conservará a otros. Pero ni unos ni
otros podrán verlo. 
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Dice Philippe Soupauld:
ResponderEliminarUno, dos o tres
Busquemos los hijos
los padres de los hijos
los hijos de los hijos
las campanas de la primavera
las fuentes del verano
las penas del otoño
el silencio del invierno
De "Georgia"
Versión de Aldo Pellegrini
Uno que cree más bien en la teoría de los puentes. Que se suba el que veo y el que no que vaya nadando, o se quede en la orilla.
Creo que tu labor tiene una estrella encendida en algún lugar.
Un abrazo.
Gracias, Antonio Tú, que eres buena persona, ya estás en el paraíso literario Y, por cierto, cada vez estás escribiendo mejor: con más finura y más garra a la vez Enhorabuena por tus éxitos americanos y tus próximos viajes allá
ResponderEliminarMientras haua un "agradecido", uno que muestre u´n corazón acorde ...lo demás no sirve, no vale nada...perdura solo lo que debe perdurar...y tu Luis...eres de los que perdurarán siempre...al menos en corazones como el mio...un abrazo
ResponderEliminarPor mi parte, querido Luis, no puedo sino agradecerte eternamente el apoyo que siempre me diste, desde que era un jovencito que empezaba a querer conmover al mundo con sus poemas. No fuí el único, desde luego. Para los arqueólogos el futuro, que quizás encuentren algo de lo que uno escribe, doy testimonio de ello. Y puedo firmarlo y afirmarlo donde sea y como sea. Así que un fuerte abrazo agradecido, maestro.
ResponderEliminarPues qué lástima no poder haber asistido a esa charla tenía que estar muy interesantes, si hay hay rencillas y rencores, como por otro lado parece muy común en este medio aquí en la isla periférica, lanzarote, imagínatate, auténticos artistas que nadieconoce... una lástima que estemos tan fragamentados y ciegos.. vanidad de vanidades todo es vanidad..
ResponderEliminarLo que extraña es que siempre que se habla de rencillas y puñaladas siempre está usted implicado. ¿Es que acaso hay una gran conspiración contra suya? Creo que tendría que dejar para los demás las opiniones sobre su obra. Decir una y otra vez yo hice esto o lo otro suena muy mal. Perdone, soy lectora suya pero creo que debes reflexionar, se está metiendo en un jardín.
ResponderEliminarAurora Sánchez Belmonte
Gracias, amigos y también gracias a quienes no piensan igual. Como es lógico, es imposible agradar a todo el mundo. Amiga Aurora Sánchez Belmonte: aquí termina este asunto por mi parte. Como he dicho en algún otro sitio, las nuevas generaciones no quieren convivir con "la vieja guardia", ellos se lo pierden. Lo de meterme en un jardín forma parte de la vida cuando uno advierte situaciones injustas. Creo que el afán de algunos de no contar conmigo para nada los delata, quisieran borrarme del mapa. Pero está la obra, que es lo que en definitiva vale.
ResponderEliminar"Pero está la obra, que es lo que en definitiva vale."Así termina tu anterior comentario. Pienso que en cuanto ayudar o no, depende del maestro y el alumno. Las escuelas están llenas de profesores que han luchado en su vida profesional por educar y otros por aprobar los alumnos para tener buen currículo de aprobados. Al final los que fuímos alumnos recordamos aquellos profesores que nos ayudaron. Me lastima conocernos ya tan maduros y no hayas sido mi maestro.
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