martes, 18 de junio de 2013

La pícara Roma del mes de junio

Si tuviéramos que definir a esta ciudad en medio de las manadas de visitantes del verano diríamos bella y decadente. Si tuviéramos que expresarla con sus monumentos resultaría casi imposible. San Pedro, el Coliseo, la fuente de Trevi, las catacumbas: postales de turistas. En el arte religioso, la Piedad de Miguel Ángel en San Pedro. En el arte galante el retrato de La Fornarina, del pintor Rafael, que se expone en el Palacio Barberini. Miguel Ángel era un joven osado cuando esculpió la Piedad. Rafael trabajaba en el Vaticano, remozaba con frescos las habitaciones de los papas. La Fornarina era su amante, vivía en el Trastévere en una casa donde hoy existe un restaurante. La retrató impúdica, mirando fijamente al pintor con su pelo negro, su turbante, su mano derecha que resalta la redondez de su seno izquierdo. Un amor público, un amor a escondidas, pues el pintor no tuvo redaños y rechazó verla cuando se estaba muriendo, quería morir lejos de la tentación. Con sus basílicas, sus obeliscos de Egipto y sus cúpulas, sus bosques de columnas y sus estatuas, sus Siete Colinas y sus iglesias, ésta es una ruina esplendorosa. Con esa peculiar capacidad de adaptación que tienen los italianos para afrontar todas las adversidades. Con esa penumbra de sus noches, tú esperas que se presente refulgente y sin embargo la iluminación de sus fuentes y sus ruinas es débil como si de este modo quisiera contribuir a la idea de la muerte. Renacentista y barroca, ya no tiene el esplendor de la Via Veneto en La dolce vita pero sí conserva la clase de los que tuvieron mucho y todavía pueden sacar al balcón las joyas de la familia. Apenas hay botellón juvenil en el Trastévere, justo delante de la hermosa iglesia de Santa María. Perderse en los jardines y los salones de Villa Borghese es ejercicio recomendable para quienes visitan la urbe sin las prisas de los viajes organizados. La Roma del arrepentimiento y la Roma pícara de la carnalidad, las Vírgenes y los sátiros, los Cristos, los Bautistas, la Venus de Cranach, la de Brescianino, el Amor sacro y el amor profano que captó Tiziano. Eterna, inmortal Roma donde los papas suceden a los emperadores con el afán de gobernar el mundo.

1 comentario:

  1. Reflexión interesante sobre el arte de Roma, sobre los padres de la iglesia.

    blog-rosariovalcarcel.blogspot.com

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