A la larga, lo que se consiguió a partir de entonces fue
incentivar el consumo, que el dinero corriera entre la gente; al haber más
consumo, también crece la producción, con lo cual el ciclo se pone en marcha.
Además el poliomelítico Roosevelt, quizá el presidente más
querido en la historia norteamericana por su afán de superación, obligó a
reducir la producción agrícola para elevar los precios de las cosechas y
aliviar la situación de los agricultores. También construyó diques, centrales
hidroeléctricas y complejos industriales para reactivar las economías
regionales. El New Deal, puesto en práctica a partir de 1933, permitió que EEUU
se fuera alzando progresivamente como el líder mundial en los años 30 y 40 del
pasado siglo, cuya contribución fue esencial para la victoria aliada contra
Hitler. Esa forma de entender la política introdujo importantes innovaciones
que fueron copiadas por los Estados occidentales cuando terminó la Segunda Guerra
Mundial. En resumen: el Estado debía intervenir en la economía para evitar
crisis económicas como la del 29 y garantizar el bienestar de la población a
través de leyes e instituciones creadas al efecto.
A la vista de lo que está sucediendo con la deuda soberana, con
la caída de la bolsa, con el crecimiento del paro, con la huida de capitales,
con la crisis bancaria y, en definitiva, con la sensación cada día más
agobiante de crisis profunda en España, habría que preguntarse qué economistas
tiene la Unión Europea
que no son capaces de entender lo que pretende un buen puñado de líderes:
activar el crecimiento en vez de empeñarse exclusivamente en agudizar los
recortes. Si la señora Angela Merkel pierde sus elecciones del año que
viene -ya le han dado los electores un buen palo recientemente- habría que
afirmarse en la idea de que la crisis no perdona y que el señor Hollande en
Francia tiene mejores ideas que las que dispone Berlín. También los
conservadores andan con problemas en Gran Bretaña, y ello significa que Cameron
también podría ser apartado del poder por la dimensión de la crisis. Ahora solo
faltaría que esta Europa -club de ricos, club de mercaderes- cultive un poco
más el talento creador y deje un poco de lado el énfasis represor.
andres brito martinez andresbrito53@hotmail.com
ResponderEliminar10:25 (hace 4 horas)
para mí
Excelente artículo, Luis. Cada vez hay mas gente que cree que esta política liberal nos llevará a la pobreza mas radical. Si cada vez hay mas paro ¿ quién aportará a las arcas de la Seguridad Social y Hacienda ? Se echa de menos la inversión pública. Como tu bien dices, el dinero tiene que ir de mano en mano. No de manera indiscriminada y sin control, pero si a incentivar el consumo.
Enhorabuena por tu reflexión.
Un fuerte abrazo,
Andrés Brito Martínez