René Magritte fue un pintor belga (1898-1967) que dotó al
surrealismo de una carga conceptual, con el juego de imágenes ambiguas poniendo
en cuestión la relación entre un objeto pintado y lo real. Invita a la reflexión
a partir de los objetos más cotidianos y también se considera su pintura
encuadrada en el realismo mágico.
Esta es una tendencia artística no solo
literaria y no solo latinoamericana; se establece que el realismo mágico de
Magritte consiste en la introducción de un elemento inesperado y/o improbable
en una obra predominantemente realista, que crea un efecto extraño, misterioso,
y deja al espectador desconcertado o agradablemente sorprendido. Mientras el
surrealismo se refiere a lo imposible, el realismo mágico se refiere a lo
improbable. Magritte utilizó con frecuencia yuxtaposiciones imposibles (una
locomotora saliendo de una chimenea, por ejemplo)
Su padre era sastre, su madre modista y sombrerera. Su vida
estuvo marcada por el suicidio de su madre cuando él tenía 13 años, ahogándose
en un río. Influenciado por Chirico, se relaciona con los surrealistas Paul
Elouard, André Breton, Miró, Dalí. Entre 1927 y 1930 se establece en París,
pero retorna a Bélgica hasta el fin de su vida. Magritte
explora en toda su obra el problema del espacio real frente a la ilusión
espacial, que es el trasunto de la pintura misma.
Reproducimos dos de sus cuadros más célebres: Relaciones peligrosas, de 1936, y Golconde, de 1953.
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