viernes, 4 de octubre de 2013

Los monstruos siempre aparecen al atardecer

Querida Assunta: los cuentos que nunca te leyeron a la hora de dormir no te advirtieron de que los monstruos están cerca y que mayormente aparecen a la hora del crepúsculo. En este país los niños son cada vez más frecuentes víctimas de su entorno familiar. Pasó con los dos hijos de José Bretón, pasa en buena parte de los llamados crímenes de violencia doméstica, cuando un padre iracundo acaba con su ex mujer y con los hijos.
La perversidad humana no tiene límites.
¿Pero por qué a ti, que te trajeron de tan lejos para darte un hogar, un apellido, un nombre, una historia personal en la bella ciudad de Santiago de Compostela?
¿Por qué las continuas dosis de fármacos que tu querida madre te obligaba a tomar un día sí y otro casi también?
¿Por qué ese rencor?
¿Por qué nadie denunció lo que te estaba sucediendo, especialmente tus profesoras que te veían en tan mala situación?
¿Por qué tu querido padre hacía la vista gorda?
Por estas islas hay también un par de casos siniestros: Yéremi y Saro Morales fueron dos niños de los que nunca más se supo.
Ojalá tú hayas encontrado al fin la paz.

4 comentarios:

  1. Por qué un abogado y un periodista que se supone que que luchan por un mundo mejor, que deciden adoptar una niña buena e inteligente.. Que formaban hasta hace unos años una familia envidiable.

    Es todo tan desconcertante en este mundo lleno de errores, confuso, desenfrenado donde solo el poder y el dinero manda.
    En donde los niños corren peligro hasta con sus propios padres. ¡Terrible!

    blog-rosariovalcarcel.blogspot.com

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  2. La crueldad no tiene límites, somos seres despreciables, ninguna criatura ninguna bestia acaba así con sus propios hijos... esta sociedad está definitivamente enferma..
    saludos

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. El ser humano tiende a creer en la perfección de sus actos ; pero cuando un acto es tan perverso siempre acaba saliendo a la luz, con lo bonito que es ser padres ; aunque hay personas que no tienen el don de la misericordia. Asunta tuvo que sufrir para que ahora todos los que testifican tengan algo que decir ‚que hipocresìa ver lo que estaba pasando e indignarse ahora. Amar a los hijos y protegerlos es nuestro mayor regalo. Saludos

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