sábado, 26 de octubre de 2013

Los incendios son provocados porque son un negocio


Una vez más nuestros montes se tiñen de fuego. Ante todo mi solidaridad y mis ánimos a los vecinos de las cumbres de Gran Canaria que están sufriendo este incendio y a aquellos que han perdido o temen perder sus casas, sus animales o sus cosechas.
Desgraciadamente los incendios son un negocio. Subvenciones europeas por superficie quemada con la que llenar las arcas vacías de instituciones públicas y mucho dinero para un puñado de empresas. ¿Les parece que exagero? Busquen las empresas que se hartaron a dinero público con los dos desastres del 2007.
Productos químicos para el tratamiento del suelo, limpieza, trabajos de reforestación, etc… algo que llena los bolsillos de ciertos importadores y empresas cercanas a determinados partidos políticos. No te extrañe que no dejen coger pinocha excepto a una empresa que luego te cobra una salvajada por un camión.
Es la mentalidad del molino, de la extracción de rentas. Antiguamente los reyes daban tierras a los caballeros que le servían bien en la guerra. Junto con las tierras se le daba permiso para construir un molino y al mismo tiempo una ley obligaba a los deudos del nuevo señor a moler su trigo en el susodicho molino a cambio de una parte de la harina.
Por supuesto los deudos no se podían ir a moler el grano a otra parte ni nadie podía poner un molino para hacerle competencia al señor feudal sin permiso del monarca. Como era ley, el incumplirla llevaba penas que podían ser de cárcel, pérdida de hacienda o en casos extremos de necesidad aleccionadora de la horca. Como verán el negocio era perfecto.
Y los políticos han descubriendo que inventar molinos les es muy rentable. Por ejemplo ponerle un impuesto al sol o quitarles el derecho a los agricultores a coger pinocha y darle esa conceción a una empresa privada. Les robo a unos y le doy a otro que me paga buenas comisiones por hacerlo.
Por eso no es de extrañar que la isla de la Palma produzca 6 millones de euros en pastos naturales desaprovechados mientras que por el puerto de Santa Cruz entran 5 millones en piensos para el ganado al que no dejan pastar en el monte. El molino del importador de piensos es claro. Se llama extracción de rentas.
Además con pasto y pinocha es suficiente combustible como para que con suerte tengamos un incendio y si no se provoca. Ponga un incendio en su vida y cobre subvenciones europeas por superficie quemada. Eso sí, luego échele la culpa a algún pringado.
¿Acaso creen que la ola de incendios en Grecia cuando empezó la crisis en el 2007 y que arrasó casi todo el Peloponeso fue casualidad? ¿Acaso creen que los incendios en La Palma, Tenerife y la Gomera del año pasado fueron casualidad?
Al menos con este incendio el Cabildo de Gran Canaria podrá decir que ha hecho algo en esta legislatura aunque omitirán decir que el parque de bomberos más cercano al incendio, el de Tejeda, lleva un año cerrado por los recortes del Cabildo Insular (PP). Se escogió un día en el que la UME andaba de maniobras por Tenerife y por tanto no podía llegar a tiempo – lo cual explica que no se elevara el nivel de alerta … ejem – o que el incendio tenía seis focos diseminados por una amplia zona. Blanco y en botella leche.
A lo mejor pensaban que si se cargaban el pinar podrían “fabricar” el telesférico, o que se estimula la economía con el gasto público. Es la falacia de la ventana rota. La destrucción no estimula la economía porque ese dinero se podía haber gastado igualmente en cualquier otra cosa productiva. Tan solo han robado a unos para darle a otros. Tan solo han asaltado, una vez más, las arcas públicas de forma creativa. El daño y la destrucción no estimula la economía sino que simplemente destruye riqueza permitiendo que algunos se aprovechen de ello.
Esa falacia político-económica funciona a las mil maravillas en el vice-virreinato de La Gomera, en donde algunos patriotas que sufren el desgaste de la lucha por la depuración de responsabilidades de los incendios del año pasado, esperando ingenuamente soluciones desde las propias instituciones españolas, y en donde todavía no se ha conseguido que Casimiro Curbelo – el cacique insular del PSOE que caciques de izquierda haberlos hailos – de explicaciones.
Es triste vivir en una época en la que hay que luchar por las cosas evidentes. Esto demuestra hasta el grado de podredumbre moral, fracaso y estafa a la que ha llegado esta sociedad y en especial su clase dirigente.
Al final se han quemado 160 hectáreas de retamar de cumbre, matorral bajo, pino y castaño. La zona de San Mateo y Lagunetas es una zona potencial de Laurisilva en la que en algunos tramos la vegetación nativa se estaba recuperando. Por otra parte la perdida de los castañeros es irreparable. Un castaño tarda muchísimo en crecer y en dar frutos. Los que plantemos ahora lo aprovecharan las generaciones futuras.
Pero a los empresarios y políticos corruptos poner en peligro las vidas y haciendas de los vecinos, así como las vidas de los bomberos y el personal forestal, les importa un huevo. Cuando la acción u omisión del cobarde repercute sólo en él, siento lástima por su pobreza espiritual; pero cuando son otros los que se perjudican, esa lástima se convierte en profundo desprecio.
Queman tus montes, fuerzan a tus hijos a la emigración y te discriminan laboralmente,…tú mismo, … ya si eso me avisas.

Publicado por Mencey Macro en  www.lavozdelapalma.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario