
Dicen que la novela hizo la habitual ronda por las editoriales casposillas, y fue rechazada aquí y allá, como suele suceder. La madre del autor consiguió que leyeran el original, no se desanimó pese a rechazos y rechazos hasta que al fin lo consiguió. Por cierto, se cuenta que el célebre editor Carlos Barral en su día rechazó el manuscrito de "Cien años de soledad" con la explicación de que le parecía una novela "costumbrista". Qué cosas.
Pues bien: John Kennedy Toole murió antes de que, a título muy póstumo, le concedieran no solo el Premio Pulitzer por esta novela sino otros muchos galardones. Cuentan también que el genio Van Gogh murió sin haber podido vender un solo cuadro. Cosas de la cultura. De los editores y de los compradores de arte.
Y ya ves, Luis, es una novela imprescidible. Es de esas novelas que no olvidas nunca.
ResponderEliminarUna novela genial.. cómica, divertida, ácida.. los mejores mueren jóvenes, .. y de las editoriales, mirando el panorma actual, está todo dicho..
ResponderEliminarun saludo