Leemos una noticia sobre un tiroteo en EEUU, esta vez solo trece muertos, en una base militar de la tranquila Washington. Menos mal que no fue en una escuela. ¿Por qué tantos tiroteos al cabo de un año? La película Bobby nos cuenta el día de junio en que asesinaron a Robert Kennedy, cuando estaba a punto de ser nominado para candidato de los demócratas en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El entonces senador siguió la misma suerte de su hermano Joseph F. Kennedy, y –como entonces- la sombra de una conspiración en toda regla planeó sobre su muerte. Un asesino aparente, Sirham B. Sirham, fue hallado culpable pero de nuevo las sombras se extendieron sobre el caso, sin que en la actualidad hayan sido despejadas del todo. Misterios insondables en la vida americana, leyendas que continuarán vivas mucho tiempo. Y es que esta gente sigue conformando un colectivo especialmente sugerente, una civilización dominante y a la vez dominada por sus propias contradicciones, desde la guerra del Vietnam a estas nuevas invasiones asiáticas que repiten el desastre.
De Estados Unidos siempre hemos
admirado su potencia creadora, la apabullante vitalidad de una parte de su
literatura y de su cine, a la vez que hemos detestado eso que se denomina el
modelo americano, tan marcado por la globalización, la competitividad, el
pragmatismo del dólar y la violencia cotidiana. Como prueba de los desafueros a
los que conduce el hecho de poder comprar armas en los supermercados como si
fuesen cepillos de dientes un par de hombres armados siembran el terror con tiroteos en lugares públicos.
El sinsentido de la muerte
indiscriminada sacude con cierta frecuencia al coloso americano. Adolescentes
que la emprenden a tiros en los institutos con sus profesores y sus propios
compañeros de pupitre y en el trasfondo el recuerdo de turbios episodios de su
historia, magnicidios que al cabo de los años siguen pareciendo confusos,
propicios a múltiples interpretaciones en las que la CIA, el FBI y otras altas
instancias del poder quedan implicadas. No en vano EEUU es el país donde más
son respetados y a la vez más son violados los derechos humanos. Por cierto, el
instigador de la masacre en la base militar es negro.
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