Está
claro que el súbdito austriaco que se lanzó desde casi 40 kilómetros de
altura sabía que al llegar a la
Tierra iba a tener problemas. De hecho, luego le han surgido
unas cuantas tropelías. Algo similar debe suceder a la economía española, que
raro es el día en que no se adivinen caídas en picado, luego matizadas e
incluso optimizadas por el señor ministro, para el cual los brotes verdes ya
proliferan por doquier. Cáspita, lo mismo decía Zapatero parece que hace ya
varias décadas.
Finados
y Halloween han librado su tradicional batalla, y lo nuestro se niega a
desaparecer del todo en esta batalla intercultural. Más crudo lo va a tener
Obama para revalidar, la
América profunda, esa del Tea Party y de la intolerancia,
esté dispuesta a dar su zarpazo. No en vano los ancestros rurales y puritanos
siempre están ahí, y más en una época de crisis total como esta, en la que
Nueva York se ve anegada y casi sepultada por el huracán pero nadie hace nada
para disminuir los efectos del temible cambio climático que ya tenemos aquí.
Noviembre es un mes de penitencias: pasada la conmemoración de los difuntos, la
gente hace números y más números para ver cuanto se puede gastar en las
Navidades venideras, que ya encendieron las luces del arbolito a toda prisa por
aquello de que la alegría de las fiestas es una asignatura obligada en los años
duros. Dirá el señor ministro de Economía y Competitividad que la cosa va mejor
de lo que parece, y que el espejismo del paro es una minucia, una sensación
equivocada.
Pues
claro que, andando entre zombies, ya sabemos donde están los vampiros: en los
directivos de los bancos rescatados con dinero público que cada día mandan al
puro desahucio a cientos de familias desgraciadas. País justo y bien llevado el
que tenemos, que siempre llegó tarde a todo, y donde más se practica la
injusticia y el oprobio por parte de los ricos frente a los que tienen menos.
Es lo que toca: hacer examen de conciencia y cumplir la penitencia, con tal de
ganar la prometida gloria eterna. Por cierto ¿han visto la cara de la reina
Sofía ahora que cumple 74 años? Los disgustos que le dan, ahora en forma de dos
presuntos hijos naturales del Rey que trastocarían la sucesión, no la dejan
vivir en paz. Y la pregunta clave es ¿realmente son monárquicos los españoles?
Humor: Alfons López, en diario Público
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarSolicito mi onanismo masoquista de mi parafilia voyeurista.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
Les prevengo de eventuales impostores del blog.
ResponderEliminarAtentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
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1999-01058-0101 Guatemala,
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