No soy heroína, ni reina ni princesa.
mi destino dar vueltas al sol, acarrear agua
e, igual que Caperucita, ir a buscar leña seca.
Quisiera subir alto, hacer zig zags en el cielo,
quisiera ser ave y desgajarme en el mar.
INCHA' ALLAH
Padre, me voy, necesito tu bendición.
Se sorprendió pero dijo: Que el profeta sea
contigo, que te proteja de malos espíritus.
Agaché la cabeza, besó mis párpados
y escuché a mi madre: INCHA´ ALLAH
Se despidieron las cabras erguidas
sobre sus patas traseras, el camello
arrodillado no paró de rumiar, los amigos
y hermanos apretujados armaron una
algarabía: INCHA' ALLAH
A golpes de tambores fui corriendo por
las dunas. Me despedí con un pañuelo de
arena que palpita, de los alminares que gritan.
La noche se vistió de viento y unas mamás
a sus bebés acurrucan en su pecho.
INCHA' ALLAH
Me llegó la nostalgia. ¡Ya no veré a mi madre
al despertar! Ni el mercado, ni los ágiles
acróbatas, ni el saco misterioso de serpientes.
Todos en silencio. Escucho al cuentista: pide fuerza
para auxiliar a la Princesa cautiva.
INCHA' ALLAH
El mar de noche es una cueva de monstruos.
Rechinaban las olas, me castañeaban los dientes.
Rogamos nuestras almas en las grietas del cayuco.
Puse las manos juntas y me puse a rezar.
No paraba de pedirle al cielo
INCHA' ALLAH. Dios lo quiera.
Entonces el mar me susurró: No te preocupes,
tu hada madrina será la isla de San Brandán,
donde los sueños se hacen realidad.
INCHA' ALLAH
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