El cónclave ha comenzado y la batalla está servida para que continúe el orden, la tradición, la ortodoxia. No al celibato voluntario, no a la ordenación de las mujeres, no a tomar partido por los débiles, no a la clarificación de la banca que maneja el Vaticano. Nostradamus y San Malaquías lo pusieron claro: el día en que venga un Papa negro acontecerá el Apocalipsis. ¿La tercera guerra mundial, la crisis económica que ahora mismo padecemos?
El “Papa negro” sería el Anticristo que destruiría la iglesia
promoviendo mensajes populistas que las masas aceptarían debido a que los
considerarán justos y honorables. Una especie de caudillo que desde dentro
socavará los cimientos de una Iglesia que tiene 2000 años de existencia. ¿Quién
se lo va a creer?
Tal vez Nostradamus y San Malaquías estaban pensando en Obama que,
ciertamente, aunque intenta favorecer a las clases más humildes en EEUU, no está
provocando ningún Apocalipsis.
En la foto, el cardenal de color Francis Arinze, uno de los “papables”
que sinceramente tendrán pocas posibilidades de recibir los efluvios del Espíritu
Santo. ¿No será que en el fondo todos seguimos siendo un poco racistas? ¿Y estamos dispuestos a aceptar las predicciones medievales?
Por lo visto la sociedad sigue siendo racista, sexista y profundamente supersticiosos...en definitiva, retrograda...Siempre , eso si, basada en miedos irracionales y en circunstancias que hagan mantener la hegemonía a los que poseen la riqueza (de eso el clero sabe bastante)...El miedo mueve a las masas...sobre todo a las "tontas"...un abrazo, Luis
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