Este lagunero que desde niño vive
en Gran Canaria es librero y escritor, cultiva la fantasía épica, un género que
se vende bien en el catálogo de libros electrónicos de Amazon y que debe tener
adeptos entre los públicos más jóvenes, los propios textos de Rayco se difunden
bastante en el nuevo formato. A los autores de tendencia realista nos cuesta un
poco asumir la literatura de ciencia ficción, salvo unos contados títulos que
ya están en la historia de la literatura (1984, Un mundo feliz, Farenheit 451).
Aunque en España el género tiene
poca tradición, están surgiendo autores nuevos que explotan esta literatura
preferentemente consumida por los jóvenes. El éxito de lo fantástico es
evidente en la sociedad actual: está presente en el cine, en los videojuegos,
en la novelística. Harry Potter entra y sale del mundo real, juega a la magia y
a lo extraordinario. No cabe duda de que lo racional ha sido sacudido una y
otra vez por Kafka, Lovecraft y tantos otros. Unos regresan a la mitología,
otros introducen el fenómeno sobrenatural no ya como un misterio inquietante
sino como un elemento integrado en el mundo. Lo neofantástico puede
relacionarse también con el realismo mágico de García Márquez, aunque los
matices son evidentes. Este tipo de literatura que va más allá de lo real tiene
un público fiel.
En Canarias, como prueba de
madurez literaria, unos cuantos autores jóvenes están haciendo novela de género,
de fantasía, de terror, de anticipación. Víctor Conde es ahora mismo el más
destacado de ellos, con notables éxitos en su haber, y otro es Rayco Cruz (1979)
quien ha escrito una monumental obra: La maldición de Hilena (Bilenio, 2011). Con
26 años ya creó un fanzine literario titulado El cuarto de atrás, y en 2009
salió a la luz su primera novela, La sombra de Pranthas. Siguiendo un esquema
similar, en esta nueva obra describe personajes heroicos y perversos en
situaciones extremas, las andanzas de hechiceros y guerreras empeñadas en la
búsqueda de un objeto sagrado de gran valor para la colectividad. Asistimos a la
vieja dicotomía entre el bien y el mal, entre la filantropía y la venganza, con
ese regusto medievalista, dentro de las secuelas de Tolkien. En esta novela,
cuyo protagonista es el mismo de su primera obra, el autor refleja con eficacia
los peligros, la lucha, la descripción de los paisajes y las situaciones. Rayco
Cruz es dinámico y eficaz, exhaustivo en ocasiones, capaz de describir escenas
de acción y de ternura, sabe mantener la intriga. En Rayco Cruz hay que admirar
su potencia creadora, su desbordante imaginación para construir mundos
paralelos. Y si te acercas a Sueños de Papel, que así se llama su librería en la Avenida Felo Monzón de Siete
Palmas, allí lo verás custodiando libros nuevos y libros de segunda mano,
difundiendo el sagrado arte de la lectura. Hace falta gente joven, emprendedora
y con talento como él, letraheridos capaces de sacar adelante entusiasmo y creatividad,
capaces de hacer calar su mensaje en una sociedad que todavía lee menos que la
media.
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