Maximiano Trapero ha recibido el Premio Canarias de Investigación en estos días recientes. Un galardón más que merecido pues el activísimo catedrático de la ULPGC ha hecho méritos más que suficientes. Su labor lexicográfica ha sido impresionante, el español de Canarias ha quedado bien resguardado, igual que los romances y otras manifestaciones arcaizantes que ha ido recopilando pacientemente. Además de formar a innumerables discípulos, su innovación y su compromiso de amor a la tierra que lo acogió queda registrado en más de 40 libros publicados. Precisamente hace mucho, recomendábamos que recibiera este premio junto con Lothar Siemens, el musicólogo con sangre alemana que acaba de dejarnos en estos días y que ha sido un referente fundamental para el rescate de piezas musicales elaboradas en la catedral de Santa Ana, en la capital grancanaria.
Estos dos hombres han sido ejemplos manifiestos de la voluntad y de la capacidad de una labor silenciosa y continuada en un entorno que no se caracteriza precisamente por mostrar receptividad ante la labor intelectual. "Los hombres de la cultura en Canarias somos francotiradores que apenas recibimos respuesta por parte de nuestra burguesía", nos dijo Lothar en una entrevista de hace muchísimos años, que fue publicada en el periódico La Provincia, al que hemos estado vinculados ya va para 45 años.
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