martes, 28 de marzo de 2017

6 poemas de Oscar Hahn (víctima de Pinochet)


Oscar Hahn, poeta chileno, ensayista y crítico, fue detenido tras el golpe militar de Pinochet, y marchó al exilio. En 1974 se radicó en EEUU y se nacionalizó posteriormente ciudadano norteamericano, tras eso volvió a ejercer la docencia. La poesía de este autor está marcada por la ironía y por la confluencia de las cuatro grandes escuelas de la poesía chilena. Esas cuatro grandes líneas son el creacionismo de Vicente Huidobro, el surrealismo, la poesía social y política de Neruda y la poesía conversacional, irónica y prosaica de Nicanor Parra. Ganó el premio iberoamericano de poesía Pablo Neruda en 2011 y el premio nacional de Literatura de Chile en 2012.  Nacido en 1938, pertenece a la Generación del 60 y su poesía muestra la condición de exiliado permanente del ser humano.

 
Con pasión sin compasión
 
La destrucción del ser amado por el ser amado
es una práctica común desde la antigüedad
Con pasión sin compasión
La destrucción del ser amado por el ser amado
es una práctica común desde la antigüedad
 
Sábana de arriba
Me instalé cuidadosamente doblado
entre la ropa blanca del closet
Sacaste las sábanas de tu cama
y me pusiste de sábana de arriba
Te deslizaste debajo de las tapas
y te cubrí centímetro a centímetro
Entonces fuimos barridos por el huracán
y caímos jadeando en el ojo de la tormenta
Ahora yaces bañada en transpiración
con la vista perdida en el cielo raso
y la sábana de arriba aún enredada entre las piernas
 
A mi bella enemiga
 
No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampoco es de éste.
 
 Adolfo Hitler medita en el problema judío
                                               a los niños de Auschwitz
Toma este matamoscas y extermina a los ángeles,
después con grandes uñas arráncales las alas.
Ya veo sus muñones, ya los veo arrastrarse:
desesperadamente tratan de alzar el vuelo.
Toma este insecticida. Oigo sus toses blancas
prenderse y apagarse. Una puesta de sol
o una puesta de ángeles es lo mismo sin duda
porque la noche ahora levanta su joroba
y ellos se van hundiendo lentamente en el suelo.
Levanta el pie despacio. Así mismo. Tritúralos.
Que les saquen las plumas con agua hirviendo y pongan
esos cuerpos desnudos en las fiambrerías.
Ahora me van pasando sudarios de juguete
y ataúdes con cuerda. Ahora me van pasando
las cruces más pequeñas, para que se entretengan
los infantes difuntos. Pásame el insectario,
los alfileres negros. Toma este matamoscas
y extermina a los ángeles.

Halcones
 
Los halcones de la noche
con ojos negros y grandes
te miran y no los ves
te espían y no lo sabes
hasta que un día cualquiera
te despiertas en la cama
y adentro de tu cabeza
los ves volando sin alas.

 Fragmentos de Heráclito al estrellarse contra el cielo

Heráclito vivía en un río de Éfeso
encerrado en la placenta del sueño
lejos de los dormidos de la ribera
Heráclito tenía la barba luenga
y la lengua larga para lamerte mejor
No nos bañamos dos veces en el mismo río
No entramos dos veces en el mismo cuerpo
No nos mojamos dos veces en la misma muerte
A bordo de un tonel sube el Oscuro
en dirección a los rápidos rápidos
a contracorriente de Parmérides
y desemboca en la Biblioteca de Londres
con la barba más negra y ancestros de aire
Heráclito vivía en un río de Éfeso
pero no se bañaba dos veces en el mismo río
Se bañaba en la catarata de un ojo
Se bañaba en su acuoso cuerpo
y rielaba fluía y ondulaba
Parmérides vivía en un bloque de hielo
y se bañaba siempre en el mismo bloque
El que se purifica manchándose con sangre
el que se limpia el barro con barro
en este punto trata de retornar contradiciéndose
y reingresa en las llamas acuáticas
en las aguas flamígeras que flamean
A grupas de la luz monta el Oscuro
en dirección al gran Fuego celeste
a la velocidad del sentimiento
de los que se aman a primera vista
y se destroza en astillas de hielo
contra los muros del espacio finito
embarrado de estiércol y fango estelar
Si Heráclito no tuviera hidropesía
las clínicas se llenarían de agua
las camas blancas de arroyos enfermos
si Heráclito no tuviera hidropesía
Y en el Corral de las Constelaciones
los animales luminosos disputan
los desperdicios de su cuerpo encallado
La Osa chupa la miel de sus vértebras
el Pez desgarra sus carnes con algas
y el Can entierra en el cielo sus huesos
Heráclito vivía en el éter del cosmos
y era una tempestad de aerolitos
en dirección a los Mares terrestres
Heráclito tenía el alma seca
y el vino triste y un aire soñoliento

(De la Biblioteca Digital de Aquiles Julián, República Dominicana)
 


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