viernes, 26 de octubre de 2012

¡Qué malos líderes tenemos!


¿Qué podemos esperar de los líderes políticos en estos tiempos de dificultad? Acaso la respuesta parezca fácil: sentido de la realidad, adaptabilidad, versatilidad, concreción, voluntad. Escuchar el runrún de la calle en vez de las conspiraciones palaciegas, las adulaciones cortesanas, y toda esa parafernalia que constituye la cúpula dirigente de cada partido. Este es un momento de grave crisis, y las organizaciones políticas y sindicales son vistas de manera muy crítica por los ciudadanos, que no aprueban su gestión en estos años. No es raro que se incremente la abstención y el voto en blanco.
Mientras es propuesto para el Premio Nobel de la Paz el presidente de Uruguay, José Mujica, un hombre humilde muy alejado del papel tradicional de los políticos, el señor Rubalcaba, responsable de una crisis mal cerrada en el Partido Socialista Obrero Español, arrastra el fracaso de las dos últimas convocatorias electorales, y se encamina hacia el tercer varapalo, el mes próximo en Cataluña. Los partidos políticos nacionales no parecen estar preparados para afrontar el debate soberanista que ya está sobre la mesa. El PP se empeña en amenazar y meter miedo, estrategia equivocada. El Partido Socialista incluso ve como el soberanismo prende en sus filas catalanas. Ni Rajoy ni Rubalcaba están a la altura de las circunstancias, y de seguir por la actual senda la historia no los perdonará. Uno y otro carecen del don de la anticipación, defienden sus estrategias sin hacer examen de conciencia. Parten de análisis equivocados y con ello lo único que hacen es echar fuego a la hoguera independentista que ya está en marcha. El problema de los partidos políticos, también de los sindicatos, consiste en que están alejados de la realidad.
De graves crisis como la actual han surgido bruscos deterioros. Sucedió en Italia, sucede en Grecia. El Pasok, partido que fue hegemónico, apenas obtiene el 6 por ciento de los votos. No digamos nada de Venezuela, donde la socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano Copei fueron barridos para siempre. ¿Entenderá Rubalcaba que su imagen y su gestión distan mucho de ser aceptadas? Lo importante debe ser aferrarse a las poltronas. El debate de fondo no ha sido afrontado. Carmen Chacón silenciosa en su esquina. ¿Y qué me dicen de los lloriqueos de don Paulino, apuntado a soberanista para no ser menos?

4 comentarios:

  1. Un análisis que no entiendo como no lleva dentro de las filas de los partidos de izquierda a cuestionarse muchas cosas...entre ellas, el liderazgo...Líder es el que guía...no el que se agazapa esperando el error del contrincante...y que claro esta que en politica ahora en España no hay lideres...ni siquiera políticos (según etimología...creo que política es algo así como "servir al pueblo") al menos yo lo aprendí así...Gracias por este análisis , Luis...Un abrazo

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  2. juan carlos de sancho26 de octubre de 2012, 14:18

    Hay alternativas en el PSOE pero el Aparato no quiere nadie que moleste y menos si son socialistas de izquierdas. El PSOE actual es una copia casi similar del PP.

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  3. Daniel López García dlg@varian02.com
    21:59 (hace 19 horas)

    para mí
    Hola Luis
    Soy Daniel López, compañero de la habitación de al lado, Jefe de Informática del Cabildo en aquel momento en que estabas en Prensa.
    He tratado de poner este comentario en canariasahora.com pero no ha habido manera.
    Has puesto como título del artículo ¡Qué males líderes tenemos!
    No quiero ver en el diccionario de la Academia de la Lengua su significado.
    Simplemente que líder es quien lidera, a quien los demás lo miramos como hacia arriba.
    Poner en lugar de líderes, gobernantes, tampoco.
    Ni lideran, ni gobiernan
    Son un atajo de pendejos y por sus hechos los conoceréis.
    Líder es Gandhi, es Mahoma, es Cristo, es Luther King, es Kennedy, es, aunque pese, Hitler, que conducen a las masas.
    Franco, como el Hitler, no es un líder: es un “jijoputa asesino”
    Estos son batatas
    Un abrazo

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  4. Tiempos de gravísima crisis, tiempo de desconcierto. Y los líderes ni están ni se les espera. El paro desbocado, las medidas de austeridad que no tienen los efectos previstos... Menudo panorama. Gracias por los comentarios

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