Una isla es un territorio repleto de
electricidad que viene desde abajo, que se sustancia hacia el aire. Así nos
muestra la insignificancia de lo que somos en el enorme cosmos y nos aporta la
potencia de sentirnos tan pegados a la tierra y ser viento, criaturas errantes
con poca base. Tal vez por eso tengo pesadillas. Anoche se me apareció una
mujer con la apariencia de un ángel custodio, similar a una estatua de mediados
del XVI, en pleno esplendor del arte de Flandes, una talla de madera
policromada que debió llegar por el comercio, las islas enviaban azúcar a
Europa y a cambio venían tejidos, manufacturas, objetos artísticos. Lo cierto
es que se trata de una imagen cuya conservación es bastante buena. La joven
desciende del altar como una sombra y adquiere forma humana, siento su
respiración, escucho el leve aleteo de sus pasos, su mirada es profunda, su
perfume es de jazmín. Cuando era chico fui monaguillo, me gusta todavía el
aroma del incienso y de las flores frescas, en especial las azucenas de LUIS LEON BARRETO ------------------------------------------------------------------------------------------correo: leonbarreto49@gmail.com
jueves, 27 de agosto de 2015
Crisis de fe
Una isla es un territorio repleto de
electricidad que viene desde abajo, que se sustancia hacia el aire. Así nos
muestra la insignificancia de lo que somos en el enorme cosmos y nos aporta la
potencia de sentirnos tan pegados a la tierra y ser viento, criaturas errantes
con poca base. Tal vez por eso tengo pesadillas. Anoche se me apareció una
mujer con la apariencia de un ángel custodio, similar a una estatua de mediados
del XVI, en pleno esplendor del arte de Flandes, una talla de madera
policromada que debió llegar por el comercio, las islas enviaban azúcar a
Europa y a cambio venían tejidos, manufacturas, objetos artísticos. Lo cierto
es que se trata de una imagen cuya conservación es bastante buena. La joven
desciende del altar como una sombra y adquiere forma humana, siento su
respiración, escucho el leve aleteo de sus pasos, su mirada es profunda, su
perfume es de jazmín. Cuando era chico fui monaguillo, me gusta todavía el
aroma del incienso y de las flores frescas, en especial las azucenas de
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario