
En
1932, con el nazismo en auge, su obra pasa a ser definida como “arte
degenerado” y recibe el título de “bolchevique cultural número uno”. Ante el
ambiente de crispación y los ataques que recibía por los dirigentes nazis al
año siguiente emigra a EEUU.
En
la historia del arte se le vincula con la Nueva Objetividad. El crítico
G. F. Hartlaub, a raíz de una exposición celebrada en Manheim en 1925, fue el
responsable del nombre, que alude a uno de los objetivos del grupo: superar las
mezquindades estéticas de la forma a través de una nueva objetividad nacida del
disgusto hacia la sociedad burguesa de la explotación, desde un compromiso con
los cambios sociales y la tarea de crear una nueva comunidad humana que supere
el individualismo, potencie a los movimientos de los trabajadores y en
definitiva contribuya a crear un nuevo tipo de humanidad.
Ilustraciones: Suicidio, de 1916
Caín o el infierno de Hitler, de 1944
En el restaurante, de 1928

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