jueves, 18 de octubre de 2012

La patética "Blancanieves" que nos representará en los Oscar


Que España es diferente es algo que ya se sabía. Que es un país con una historia muy particular también. “Que inventen ellos”, clamaba Miguel de Unamuno en tiempos de crisis parecidos a los que estamos viviendo. No somos unos genios en muchas cosas, ni tenemos una productividad comparable a la de otros países vecinos. Nuestra historia ha estado protagonizada por guerras civiles, intolerancias e incapacidades para lograr objetivos que otros consiguieron antes y con mayor brillantez. A fin de cuentas, todo el oro que venía de América, y que debió ser considerable, seguía camino desde Sevilla y otros puertos para fortalecer a los prestamistas y banqueros de Europa, algunos de ellos debían ser de estirpe judía y los habíamos expulsado y estigmatizado por no practicar la verdadera religión, que era la nuestra, obviamente.
Pues bien: si The Artist, la gran película francesa muda logró hace poco un triunfo resonante en medio mundo, ahora -para no ser menos- lanzamos a los cuatro vientos Blancanieves, una producción que intenta transportar el famoso cuento a los años 20 y a España. Pues sí, esta ha sido la película elegida por la Academia española de cinematografía para que nos represente en la ceremonia de los Oscars del año que viene, en la que tendrá la férrea oposición de docenas de películas puesto que este año próximo se van a multiplicar la candidaturas.
En blanco y negro y muda, la Blancanieves española es una película patética, un film chabacano dirigido por un tal Pablo Berger, cuyo mayor mérito consiste al parecer en haber rodado Torremolinos 73, algo así como un quiero y no quiero, un destape sin destape cuando todavía vivía el Caudillo. Según cuenta el director, nos encontramos ante un film singular que mezcla el relato gótico, el drama y la opereta, la malvada bruja, la manzana envenenada. Maribel Verdú está lamentable… como el resto del reparto. ¿Cómo no se les ocurrió mandar allá El artista y la modelo, de Fernando Trueba, que es un producto más delicado y sutil? Nada, manda la horterada, la epidemia de cerebros planos se acentúa. Y, encima, con el zarandeado mundo de los toros por medio. 

2 comentarios:

  1. Pues si es así, ya no la veo. Me fío de tu criterio. Un bodrio menos que digerir.Y de postre, toros. Torito bravo. No, gracias.

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  2. Sí, amigo: los toros y una chabacanería muy hispana. En fin: se podría haber hecho de otra manera

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